Tercer año, 2010
Y volver de nuevo a pintar las cales de esta vieja casa, y recorrer cada rincón para que la pelusa no nos acompañe en la noche sagrada, y perfumar el ambiente con esa espuma viciada...
De nuevo estamos en cuaresma y ya van tres, un número tan sagrado como la simbología de la Santísima Trinidad. Hoy y durante estos días viviremos el preludio de una semana señalada.
Vivir, descubrir y disfrutar de estos cuarenta días de preparación para el cristiano significa compartir la mesa con el hermano, abrir las puertas al forastero y contemplar la imagen de un nazareno.
Vivir estos días significa, volver a dar testimonio de fe, y en esta casa ponemos el mejor mantel para cada noche de sábado, cada subida al calvario, y cada lectura en retablos de añil.
Ser y poseer las mejores galas en el ajuar de una casa que se abre de par en par, entra hermana, estás en tu casa... entra que compartamos, esta, nuestra Mananta.